lunes, 17 de diciembre de 2012

El chico del Sweater.


Ya había visto aquella cara, una cara blanca, pálida, casi transparente con una mirada penetrante, esos ojos blancos y esa boca,  que, a pesar de estar sonriente parecía intentar una mueca “seria” si es que la puedo llamar de algún modo.
Era un tipo alto y flaco, con el pelo negro y  largo que le cubría un ojo, sus brazos tenían algo en particular, bah, mejor dicho le faltaba algo en particular, las manos. Sus dos brazos terminaban en la punta de las muñecas, cocidos, como si se las hubieran cortado o comido.
Yo estaba sentado al fondo de un pasillo gris, por alguna razón tenía un perro al lado, y veía la silueta de una persona, estaba del otro lado del pasillo, en eso veo que la persona (Le vamos a poner nombre, le vamos a decir el chico del sweater.)  Venía hacia mí caminando no my rápidamente y rengueando como si alguien le hubiese disparado en la pierna.
Me levanté y camine hacia él, lo mire fijo a los ojos, blancos, penetrantes, hipnóticos y… Raros.
Escuche su voz raspar en mis oídos, era una voz ronca, algo parecida a la de mi papá pero con un tono más “gutural”, esta voz me decía “They are waiting for you down there”, a lo que yo quede inmutado, no tengo palabras suficientes ni las necesarias para describir ese momento, ya conocía esa frase, en algún lugar la había escuchado.
Luego de unos incómodos, profundos y eternos segundos de silencio decidí echarme hacia atrás, lo mire otra vez, baje la cabeza, di la vuelta y camine hacia el otro lado.
El perro que estaba durmiendo al lado mío en ese momento se paró me miro y empezó a ladrar hacia donde hacia unos segundos había estado parado ese “fenómeno”.
Al otro día ya anocheciendo a eso de las 8 de la noche caminando hacia mi casa, llego a una esquina, entro a un kiosco y pido una gaseosa de 3 litros (esa noche nos íbamos a juntar con un par de amigos). Salí del kiosco y veo en la esquina del frente a el mismo chico del sweater, esta vez volteé y camine hacia la dirección opuesta, tenía algo de miedo, para qué negarlo, ¿no?
Al girar en la otra esquina para volver a mi casa pero por otro lugar no muy transitado, lo veo a él que venía corriendo hacia mí, inmovilizado por el momento de tensión y miedo me dejo alcanzar y caer al suelo, me atrapo con sus brazos y comenzó a arrancarme la piel, poco a poco, sin compasión. Pude haberlo detenido si hubiese tenido la valentía pero creo que no fui criado para pelear.
Desde ese día empezó a aparecer en mis sueños, un tipo alto, pelo negro y largo, sin manos, ojos blancos y la boca cocida, ni una mueca de miedo, ni sonriente, nada, solo un frio terror que ejercía autoridad en mi cuerpo, con su sweater a rayas, grises y negras.
Ahora sí, ya conté mi historia y puedo dormir en paz. Espero no haberte hecho gastar tu tiempo en un fenómeno que, espero, no aparezca en tu sueños y mucho menos en la realidad, antes de dormir revisa  bien toda tu habitación y tené cuidado cuando vuelvas a tu casa al anochecer, que ese chico del sweater puede estar observándote.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Carta de Suicidio~

Había pensado en ahogar las penas en ese vaso pero preferí dejarlas correr libres por mis sueños.

http://www.youtube.com/watch?v=j052-ROwPFM

No habia visto tal persona desde aquella noche en el asesinato. Esa persona no se veia bien, estaba exausta, se sentia culpable aunque sabia que el no habia sido.
La persona de la que hablo era una persona muy cercana a mi , se podria decir que eramos hermanos.
Mis padres se habian separado por problemas de pareja, maltrato, los insultos sobraban , no tenia una familia muy bien conformada, yo no creia merecer esa especie de maltrato. Los golpes de mis padres hacia mi y mis hermanos.
-"me canse!" , sí, me fui de casa.
A los dos dias ya me habia ubicado en la casa de un amigo, no creia durar mucho pero lo que pudiese estar lo viviria al maximo, ya que sabia que seria lo mejor que podria vivir en mi vida.
No es que quiera parecer "pobre" ni nada por el estilo , al contrario quiero contarles lo que pasa si algun dia se escapan de sus casas PARA SIEMPRE.
Aquella noche habia salido de casa con mis amigos, fuimos a bailar. No faltó la pelea a la salida del baile, 5  de mis amigos heridos, el resto estabamos  bien, excepto uno que estaba inconciente.
Nos acercamos a Leon, estaba tirado en el piso, ojo negro, brazo en la espalda y una "medalla" de plomo en el estomago. Digo medalla porque fue el ultimo trofeo que se pudo llevar.
Le habian disparado. Una 9mm en mano, -"combate frente a frente" dijo, el aceptó.
Al primer golpe que recibió el del otro grupo no dudó en accionar el gatillo, no tardó en que el martillo impactara en la polvora y con su  explocion la bala salio disparada con un rumbo fijo en mi amigo, voló cortando el viento hasta llegar a su punto de impacto.
Leon cayó al suelo inconciente, Ivan(otro amigo) fue a buscarlo , se sintio culpable por no haberlo defendido   ya que el tenia arma y no la uso para defensa.
Cuando llegamos al lugar donde estaba Leon él ya habia "partido", habia muerto, lo habian asesinado, como quieran llamarlo, el resto escapó y quedamos solo Ivan, elcuerpo de Leon y yo en el lugar.
Ivan me prometio perderse entre la noche y no aparecer en el resto de su vida. Asi fue...
14 años mas tarde el 3 de noviembre de 2012 lo volvi a ver, me contó su vida en NY, no le fue muy bien como pensó, ni logró cumplir su promesa de "para toda la vida", cuando tocamos el tema de Leon, él me dijo "de eso queria hablar con vos", me dijo que él fue culpable de todo, el arma del impacto era suya, habia pagado a los otros para hacer daño en una de sus piernas pero todo terminó en un asesinato.
Esa persona estaba loca de verdad, agarró su pistola se apunto y se disparó en frente mío.
Esa fue la ultima vez que se lo vió con vida, fui la ultima persona que tuvo el honor de hablar con esa gran persona sobre ese tema, un angel habia muerto y habia pasado al lado oscuro.
Sus sombras todavía rondan mi casa, que casualmente era suya.Sí, el era el amigo del cual les hablé que fui a vivir a su casa, su alma quedó para siempre en ese lugar.
Estas son mis ultimas palabras con vida, "No por perder un sueño, hay que comprar otra vida".

                                                                                                  -Carta de suicidio-         


miércoles, 31 de octubre de 2012

Un Futuro en mi Presencia.


Un Futuro en mi Presencia.
Esa noche había despertado 3:47 AM con algo de sed y hambre.
Baje bruscamente de mi cama y me dirigí hacia la cocina, de espaldas al sillón caminé hacia la heladera y saqué un vaso, serví el jugo en él y cuando me quise dar cuenta ya se me había acabado.
Al  terminar me di vuelta como para ir a mi habitación y en el sillón vi una especie de bulto, un ente que hacia un sonido parecido al de un respiro, o a un ronquido, entre la oscuridad y su posición no podía ver que era, en eso escuche un sonido parecido a un zumbido, era una vibración; “eso” que al parecer estaba dormido, despertó y saco de su bolsillo un celular, al encenderlo le logre ver la cara, era una persona, esa cara ya la había visto antes, me hizo sentir frente a una especie de espejo; sí, esa persona era yo, me estaba viendo a mí mismo.
En ese momento me acerqué hacia él, miré el celular y el mensaje era de un número desconocido, decía “ahora.”.
Tardé en comprender que él no me veía, ya que yo me movía cerca y él observaba el celular, como tratando de entenderlo o de descifrar alguna clase de mensaje.
Decidí ir al baño; cuando Salí de allí esa persona estaba parada en frente de la puerta, yo me asuste y Salí de allí, el entro hizo sus necesidades y salió detrás de mí.
Después de eso todo parecía normal, las habitaciones y la casa en general.
Pensé que era una especie de sueño, o tal vez una ilusión, hasta que me chocó y sintió algo de miedo, me sentí un “fantasma”; el clima templado se volvía helado y su respiración se tornaba cada vez más rápida y forzada.
Luego de un rato salí afuera, observe el barrio, todo parecía tranquilo, pero había algo que todavía me inquietaba.
Volví hacia mi casa, subí a mi cama y volví a dormir, tardé en dormirme, pero cuando lo logre caí en un profundo sueño.
Era algo así como un jardín, habían flores muertas por todos lados; vi al final de un sendero, una chica sentada bajo un árbol con un teclado; ella resplandecía mientras hacía sonar ese teclado iluminado.
Después de observar un tiempo me acerque y me senté cerca de ella; al escuchar su teclado le toque el hombro y desapareció.
El cielo se torno de un color oscuro, llovía y el cielo tronaba y se veían relámpagos.
Luego de correr por unos minutos encontré una casa donde podía quedarme hasta que pasara la lluvia.
En esa casa me vi a mi otra vez, esta vez estaba tocando la guitarra, sentado en el piso, entre centenas de hojas de papel, escritas en pluma y lápiz.
Estas hojas parecían tener escritas canciones, habían palabras y las acompañaban una serie de notas.
Hubo una de las letras de las “canciones” que me llamo mucho la atención, creo que hablaba de algo así como un jardín de los recuerdos.
Me lleve esa hoja y fui hacia un monte en medio del bosque, escalé y en la cima prendí fuego la canción y la lancé por los aires; yo veía como esta hoja volaba hacia el lago, o por lo menos lo que quedaba de ella.
Al tiempo volví a ver a la chica con el teclado, solo que esta vez tocaba una canción no tan movida y cuando me acerqué a escuchar, el teclado explotó y todo se tiñó de rojo. En ese momento vi una extraña luz, no la había visto nunca antes. Desperté. Sí, había muerto en mi sueño.
Me levante, me peine y prendí el televisor como de costumbre todos los sábados.
Estaba en un canal de noticias y decía que un bosque se había incendiado y habían muerto dos personas una de ellas era una chica, el otro un varón.
De inmediato lo asocie con mi sueño, fui corriendo hasta mi cuarto y luego agarre mi guitarra traté de recordar las notas de la canción del sueño, me di cuenta que era una sucesión de notas menores, al tocarla me sonaba un poco triste, al ponerle letra tomó algo de forma.
Quedé dormido devuelta, esta vez en el sueño no había nada, era absolutamente desierto, todo blanco; excepto por algo, era una mesa y arriba de ella había una nota que decía “ahora.”, comprendí que cada vez que esta nota aparecía algo pasaba.
Volví a despertar y fui al centro de mi ciudad donde me esperaban unos amigos.
Al llegar uno de ellos me dijo:- “te ves raro.”. –“tengo mucho sueño.”- le conteste.
Seguí una tarde normal y tranquila; llegue a mi casa, mire al sillón y ahí estaba yo, sí, otra vez yo.
Esta vez me miró y con una voz quebrada me dijo:-“Hasta acá llego esto”.
Saltó del sillón del sillón y me tiró un cuchillo; vi mi vida ante mí; el filo del cuchillo reflejaba mi cara de asombro.
Me sentí raro, me desmayé y me llevaron al hospital, allí desperté y conté todo a un psicólogo de apoyo.
El psicólogo me dijo que no estaba loco, solo había una parte de mi que no estaba de acuerdo con mis acciones.
También me dijo que ese yo que veía podían ser mis acciones a futuro, no las podía cambiar pero si podía cambiar mi persona; a pesar de que él era una ilusión la gente podía sentir que él estaba sin saber que era.
Dos años más tarde me mude a otra casa, al bajar el sillón me vi por última vez parado en la puerta, ese “yo” la abrió y mi papá desde el camión le gritó “¡Gracias!”; él rió y se metió a la casa.
Sí, mi papá ya no me veía, ese sillón ya no existía; ese “otro yo” se había apoderado de mi vida, mi familia y mis amigos.
Esas que en algún momento fueron mis acciones a futuro, ya me habían robado mi lugar y ese era el “ahora.” De la canción, el mensaje y la nota, no viví el tiempo como lo esperé pero una vez que llegó mi hora, no podía volver atrás.