sábado, 30 de marzo de 2013

Ven conmigo...



Te voy a llevar conmigo.
Eran las 10 de la mañana, me estaba arreglando para irme de viaje, me habían dicho que era un lugar hermoso. Pero teníamos que parar a descansar en la noche en una cabaña.
Iba en el auto, no soy de hablar mucho con mis papás así que me había puesto los auriculares y escuchaba música. Así las 12 horas de viaje. A las 10:30 llegamos a la cabaña, estaba en un pueblo pintoresco  por así decirle, raro, era diferente, pero no había preocupaciones porque solo nos íbamos a quedar un día.
Nos dieron las llaves y entré yo primero, estaba todo sucio, así que mi mamá comenzó a limpiar lo que veía. Mientras tanto yo veía las habitaciones y elegía en cuál iba a dormir yo.
La primer habitación no me gustó, estaba muy abandonada, con un papel tapiz color verde oscuro y una guarda de flores (rosas y claveles), me atraía algo, pero no era para mi. 
La segunda habitación tenía un televisor y una cama de dos plazas, por lo que supuse que era de mis papás.
La tercera habitación tenía un papel tapiz de color rojo, con una guarda en tonos mas claros, en la que dibujaban flores campestres, la pared era blanca, había una chimenea, televisor y una cama de una plaza y media. En fin bastante elegante. Me quedé ahí.
Al llegar la noche me preparé para dormir y me acosté. Comencé a escuchar cosas, eran ruidos  mas bien gritos, llantos, y al pasar de unos minutos todo calmó.
Estaba algo aterrado, no me gustaba nada lo que estaba pasando. Encendí el televisor para distenderme. Miré hacia la ventana, solo se veía la sombra de los arboles...
Estaba mirando mi serié favorita, cuando de pronto se apagó todo, grité "Mamá!", nadie contestaba así que fui a ver.
En su habitación no había nadie, en el baño tampoco, en la habitación abandonada no habían ni rastros de vida. Cuando llegué a la cocina, había una nota pegada en la heladera, decía "No te muevas de donde estas mi amor, ya te vamos a volver a buscar.", no decía de quién era, ni para quien, pero supuse que me lo había escrito mi mamá para mi, tal vez se habían ido a comprar...
Esperé sentado mirando hacia afuera una hora y me cansé, fui a la habitación abandonada, cerré la puerta y comencé a hablar solo, decía cosas como "Qué habrá pasado?", "Por qué se fueron?", "Vengan rápido " O hasta "No van a volver..." Y empecé a llorar, hasta que sentí una mano en mi espalda, y una voz risueña que me decía "Ya va a pasar, amor", creí que era mi mamá, pero cuando miré hacia atrás no había nadie. Escuché otra vez su voz diciendo "Me da vergüenza salir, no mires", entonces no miré y otra vez sentí su mano en mi espalda, pero era seguro que no era mi mamá, así que estaba muy asustado.
Me dijo "mirame ya" y levanté la cabeza, era una chica muy pálida  de cabello oscuro, bajita de estatura, y hermosa, me dijo "en realidad estoy muerta, soy un fantasma, cuando estaba viva no era así de pálida  No te asustes...". No era la ocasión ni el momento perfecto para no estar asustado, pero sin embargo confié en ella y le dije susurrando "Está bien, confío", me agarró la mano y caminamos por la casa. Cuando llegamos a mi habitación, me recostó sobre mi cama y me dijo "Me voy.", no pude decirle nada y tenía mucho sueño así que al instante me dormí.
Me desperté al otro día con esperanzas de volverla a ver, pero lo primero que vi fue la cara de mi mamá y escuchaba que me decía "Te quedaste dormido acá, vení ya nos tenemos que ir.", miré a mi alrededor y estaba en la habitación abandonada, no había nadie mas que mi mamá y yo. 
Me levanté y fui hasta mi habitación, agarré el bolso para seguir el viaje y traté de olvidar todo lo que, tal vez, había pasado...
Otra vez en el auto unas 15 horas, el sol pegando y quemando sobre todo lo que tocaba, yo tratando de quedarme del lado de la sombra del asiento de atrás y con mis auriculares escuchando la música a todo volumen, sin escuchar nada mas que la melodía en mis oídos. Así un rato y... Me dormí.
Al despertar el auto estaba sobre la banquina de la ruta, chocado contra una montaña, teñido de rojo vivo, era un liquido espeso, con un olor parecido al oxido. Era sangre, mis papás estaban afuera del auto tirados, desangrados y... Muertos.
Yo, adentro del auto, sin heridas y ella a mi lado, su voz esta vez me decía "No estés mal, estas conmigo, yo te voy a cuidar y espero que te acuerdes de mi cuando necesites algo, porque ahí voy a estar para vos.", la miré a los ojos y la abracé, no sabía si llorar por mis papás o sonreír por ella, así que intenté ignorar lo demás y concentrarme en su muerto amor.
Me sacó del auto y me llevó a una cabaña que quedaba cerca de ese lugar, ahí me recostó sobre una cama y me dijo "Descansá un rato, te va a hacer mucho mejor.", le hice caso y me dormí.
Cuando abrí los ojos mi mamá estaba intentando despertarme, y para mi sorpresa estaba en mi auto, me dijo suavemente "llegamos mi amor.", miré al costado y estaba un hotel gigantesco de cinco estrellas. 
Cuando entramos nos llevaron las maletas a la habitación y fui a la sala de estar del hotel, era todo muy elegante, unas paredes rojas, y detalles en negro y con madera, me encantaba todo.
Subí a la habitación 513 en el piso 5 (Era la mía), y al entrar lo primero que hice fue correr hacia la cama y acostarme, los minutos de tranquilidad iban pasando, mientras yo miraba al techo, hasta que me dormí. 
Desperté después de unos minutos, pero no veía nada, en ese momento escucho "Despertaste! Adivina quien soy?", y comencé a ver, era ella tapándome los ojos, yo me había asustado, así que ella se disculpó. Esta vez en la habitación, había algo raro, cada un minuto escuchaba un grito que se alejaba de a poco hasta cortar con un golpe seco. Fui hacia la otra habitación y había un hombre que se levantaba de la cama, se agarraba la cabeza, abría la ventana y se tiraba, y así repetidas veces.
Yo algo asustado y perturbado por la extraña situación corrí hacia la ventana y salté... Caí.
Al despertar, abrí los ojos y a mi lado estaba mi papá y me dijo que estaba gritando dormido, la habitación estaba normal y el hombre... Ya no estaba. Todo era raro, era como si mis sueños fueran guiados por ella.
Era hermosa, su cabello se deslizaba por sus hombros para llegar hasta su cuello, sus piernas pálidas bailaban al compás de mi corazón y su mente parecía comprender la mía  era perfecta, era... Era mía, hasta donde podía serlo.
Salí a caminar un rato por la noche, las calles estaban plagadas de gente y los ruidos azotaban mi cabeza, no necesitaba mas que escucharlos para poder entender que no iba a ser fácil estar tranquilo en aquel lugar. Mis papás me dijeron que si quería estar tranquilo lo mejor sería ir al lago, esa noche había luna llena, nunca iba nadie y no había viento. 
Mi papá me dio la llave del auto, a pesar de que tenía 16 años mi papá confiaba lo suficiente en mi como para prestarme su preciado auto por un par de horas, lo encendí y tomé rumbo hacia el lago.
Al llegar, estacioné debajo de un puente y bajé del auto con algo de comida, la luna, redonda y grande como nunca la había visto, su reflejo perfecto en el calmo lago, no había ni una pequeña brisa de viento, todo estaba tranquilo, era hermoso. 
Me recosté a orillas del lago, mientras observaba los peces en el agua, el sonido de las gotas que producían ellos cayendo sobre el agua era muy tranquilizante. La melodía de la música del auto junto a los leves sonidos de los animales daba vuelta en mis oídos hasta desaparecer. Los últimos pájaros cantaban y cerraban sus sonidos con un silbido que parecía eterno e invadía mi cabeza, pero a la vez me hacía bien.
Desde el centro del lago una luz se acercaba a mi, a medida que iba saliendo del agua me iba dando cuenta de que era ella... Era ella otra vez, se acercó a mi y me acarició la cara con su mano, me dijo "vamos a ser felices juntos, para siempre, amor.", me dio la mano y caminamos juntos hacia el agua...
Abrí los ojos y mis papás estaban llorando al lado mio, yo estaba en una sala de emergencias, tenía heridas y marcas de asfixia, principios de hipotermia y no entendía nada de lo que estaba pasando en ese momento. Por lo que me contaron estaba ahogándome en el lago cuando una mujer nadó y me sacó del agua, es mujer estaba en la sala...
Cuando la miré, me dijo "Despertaste, te dije que nunca te iba a dejar solo...", era ella, perfecta como ninguna otra...
Ahora me toca a mi marcar su historia como ella marcó la mía  desde mis sueños hasta volverme a la vida. Gracias a ella hoy puedo ser feliz y gracias a mi ella va a ser inmortal, o al menos en mi corazón...







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