sábado, 2 de marzo de 2013

Old Times...

Una nueva entrada, en este cuento de 100 historias de 1000 paginas. Un nuevo día intentando emprender camino a la realidad, aunque no lo creas me duele. Sobrevive después de viejo, flota entre sueños quizá.
Te busqué donde no estabas y así igual te encontré, vos viniste hacia mi.
Te conocí lo suficiente para llegar a amarte y respetarte.
Caminé hacia vos por un sendero certero y sincero, sin curvas ni limites. Hoy pretendo correr junto a vos para siempre, esta carrera no tiene final, tampoco se cuando empezó pero hasta que uno de los dos no esté vamos a permanecer juntos en ella.

RECUERDOS!... En los viejos tiempos.
¿Te acordas de ese amigo que simplemente estaba en tu casa y no se iba nunca? Apuesto que ya no está, ahora es otro, lo cambiaste... Te cambió...
Me di cuenta de que era una molestia después de casi 14 años de haber "vivido" con él.
¿Te acordas de esos juguetes que no soltabas ni en sueños? ¿Esos con los que dormías? Apuesto que ya no los tenes, los tiraron, los escondieron, desaparecieron... Por alguna razón ya no están.
Esos dinosaurios se fueron de la realidad y ahora se que solo estaban en mi mente, en mi imaginación.
¿Te acordas de esos dibujos que por mas simples que eran hacían feliz a quién se los regalaras? Apuesto toda esta historia, aunque se que no vale mucho, que ahora son diferentes, tal vez mejores, tal vez peores, pero no son los mismos y lo mismo pasa con su precio, este cambia, son mas "torpes", no son tan bonitos e importantes.

Tiré una piedra al lago, la vi hundirse. Estaba sentado en la orilla, veía a los peces saltar, los veía nadar, los veía flotar, las flores silbaban junto a la brisa del viento. Extraño aquel paisaje, o el del campo, como en los viejos tiempos.
Montar caballos, recuerdo que mi caballo se llamaba "Tordillo", era un caballo blanco, lo amaba, me subía a él y me sentía uno.
Los años pasaron, fui creciendo, perdiendo interés por esas cosas, pero hoy que lo vuelvo a querer, desaparecen.
Los momentos mueren y se sepultan en recuerdos, lapidas rotas, a veces de oro, otras de madera, pero siempre en ese cementerio que es tu cabeza.
"Metete al lago, nada con los peces", me dijo mi papá con un tono de burla porque yo no sabía nadar en esos tiempos. Tenía una excelente relación con él, era como mi mejor amigo, vivíamos solos en esa cabaña aislada de todos.
Me reía todo el tiempo con él, fueron los mejores años de mi vida.
Un día me fui a las montañas con un primo que había ido de viaje unos días, al llegar a la cima miramos para abajo, no se veía nadie, las pocas personas que habían en mi familia se veían como hormigas.
Estábamos aburridos así que decidimos hacer una carrera para ver quién llegaba abajo primero, cada uno por su lado.
Empecé a correr por la montaña y me crucé con la primer roca, la salte y caí apoyando todo el peso de mi cuerpo sobre mis manos. Las miré estaban todas cortadas, me dolían muchísimo pero seguí corriendo con toda la inocencia de un niño para llegar primero y ganar aquella tonta carrera.
Legué primero, pero me asuste por mi primo, no llegaba, así que decidí ir a buscarlo.
Corría con mis manos sangrando pero dispuesto a encontrar a mi primo que se había perdido en la montaña.
Cuando llegué a la mitad de la montaña miré para todos lados, no creía que pudiese estar mucho mas arriba así que fui a darle una vuelta a la misma revisando todos los lugares. Cuando iba ya del otro lado de la montaña encontré una valle,  una pradera, habían osos y otros animales. Con cuidado caminé mirando y buscando a mi primo perdido y, lo encontré estaba sentado en una roca mirando a los osos pescar y tomar agua.

Me dirigí corriendo hacia él y le dije -Vamos, volvamos a casa antes de que nos castiguen!.

-Un rato mas, esto es hermoso, ¿Qué no ves?- Me dijo apuntando hacía los animales.

Lo agarré del brazo y lo tironeé hasta que nos fuimos, corrimos para que no nos retaran porque llegábamos tarde a comer. Cuando llegamos mi papá me miró fijo y me dijo, "no se habrán ido a las montañas, ¿No?", yo miré a mi primo y contesté algo mas tarde "No... No, no se me ocurriría ir a las montañas...".
Pasaron los días y nosotros seguíamos yendo al lugar, me encantaba ir ahí me sentía libre, pero... Todo lo bonito algún día termina.
Habíamos salido temprano con mi primo, era uno de los últimos días en los que él se quedaba, fuimos al valle y nos escondimos atrás de los arboles a observar a los osos.
Mas o menos cuando pasó una hora escuché un sonido, había alguien o algo respirando atrás mio, cuando volteé a ver había un oso detrás de nosotros. Yo corrí, pero mi primo se quedó petrificado mirando los ojos negros de aquél oso, y éste levantó la pata delantera y araño con sorprendente fuerza a mi primo, no supe hacer otra cosa que correr...

Me arrepiento... de tantas cosas me arrepiento, tantas cosas hay que hice mal, tantas cosas dejé atrás y sin embargo sigo acá con ganas de vivir, aunque a veces piense que no, mi lugar no lo va a ocupar nadie mas.
No me voy a rendir, voy a seguir y voy a intentar lo que tengo que hacer. Ademas, es preferible intentar antes que fallar, ¿No?



No hay comentarios:

Publicar un comentario