miércoles, 28 de agosto de 2013
Orgullo.
Tomó de sus cabellos a dos personas del montón, para intentar que sus labios se unieran en intima satisfacción, y el calor que daba vueltas la habitación logró revelión entre orgullo y orgullo. Sus cuerpos se tocaron dejando atras cada marca del pasado, dejando de lado cada beso dado, como si ese fuese el primero y el amor volviera a nacer. Dicen que no se resucita despues de la muerte, tal vez el amor nunca habia muerto, tal vez la llama nunca se extinguió, y sus alas abrieron paso al cielo para caer en forma de nieve que ellos lograron recolectar.
Por allá, en el año 1996, cerca de Recoleta se encontraban esas dos personas, en el mismo edificio de departamentos. Mas de una vez se habian visto, mas de una vez un beso los separó de un castigo, pero aquella vez habían tirado la toalla para siempre. Creyeron que el dejarse iba a durar un tiempo y lo que les hizo peor fue la lejanía por un par de meses. Los dos muy orgullosos intentaron dejar de lado el amor y vivir cada uno por su lado, pero tal vez hay fuerzas mas grandes que el orgullo.
Tal vez hay algo mas que lo que tenemos.
Tal vez tenemos mas de lo que merecemos.
Tal vez merecemos mas de lo que recibimos.
Tal vez recibimos demasiado.
Tal vez no necesitamos nada.
Tal vez solo un libro y una lámpara, es lo único que nos hace falta.
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