miércoles, 30 de octubre de 2013

"Asunto: Feliz Halloween"- Primer año.

Era tarde y yo estando solo en casa comencé a leer cartas que me habían mandado, entre ellas, una que me llamaba la atención. Era amarillenta, pinta de antigua, con un sello rojo que la cerraba. La aparté y seguí leyendo las demás para dejar esta para el final, ya que podía ser importante.

Eran las 2:47 A.M (Lo recuerdo porque miré el reloj, para poder dormir algo), terminé de leer las otras cartas, me levanté de mi sofá y fui al baño. En el baño estaba pensando, me parecía raro que siendo 31 de Octubre, los niños chiquitos, esos que ven mucha televisión y creen que Halloween es una festividad nuestra, no hayan venido a tocar la puerta a pedir caramelos y esas cosas. Volví me senté y miré el reloj, esta vez este daba las 3:00 A.M.
Miré el revés de la carta y decía "Asunto: Feliz Halloween.", intuí que la habían mandado hace un par de horas, ya que solo habían pasado 3 horas desde que había comenzado ese día. Pero tocaron la puerta.

-¡¿Qué quieren a esta hora?!-Ya soy un tipo viejo y cansado, no me esperaba esa visita a esas horas de la noche.

-Queríamos caramelos.-Me dijo uno de los niños temblando y tartamudeando del miedo que causé en ellos. 

-Perdón, chicos. Estoy un poco cansado, es todo,-Intenté disculparme con alguna excusa- tomen sus caramelos. 

-¡Gracias señor!-Los demás reían y a la vez me sacaban una sonrisa.

Los vi cruzar la calle, cerré la puerta y me dirigí a la carta otra vez. La abrí y comencé a leerla:

"Querido Sr. Charles:

                                     Buenas noches, si es que es así. Me intento dirigir a usted a causa del fallecimiento de su hermana menor, Alicia Charles. Fue encontrada en una de su casa, con marcas de dedos en su cuello, quemaduras en sus muñecas provocadas por sogas y cortes en su cara. Había una nota con ella, escrita con sangre que decía "Feliz Halloween". La revisión del cuerpo en la morgue ya fue hecha por su hermano mayor, el cual dijo vivir a dos cuadras del lugar.
                                                                  *SIN FIRMA*"

Me parecía muy raro que sabiendo todo eso no haya firma en la carta. De todas formas yo no era el señor Charles, ese era mi vecino. Pero como la carta no tenía remitente la leí igual.

La estaba por prender fuego cuando se me ocurrió que tal vez mi vecino no estaba enterado de esto, así que fui a darle la carta. Vivía a dos casas de la mía, así que abrí la puerta de mi casa y vi a todos los chicos corriendo por la calle, mal escenario para una mala noticia.
Toqué la puerta una vez y nadie atendía, toqué la segunda vez y me alejé hasta la altura del portón, desde ahí miré la ventana y vi a una persona del lado de adentro, me miraba fijo, me causaba escalofríos. Los chicos estaban pasando por todas las casas y cuando tocaron esa puerta les grité "¡Parece que no hay nadie!", en ese momento, la puerta... Se abrió, y un par de chicos entraron a la casa. Estuvieron ahí unos segundos y salieron diciendo "No hay nadie, se debió haber abierto con el viento". Se alejaron de la casa y volví a mirar a la ventana, esta vez estaba esa persona con dos chicos al lado, eran los mismos que habían entrado y salido de la casa. Tuve miedo y volví a casa.

Los chicos seguían jugando afuera, eran las 3:08 A.M., yo ya creía que me estaba volviendo loco...

Me senté en el sillón, me quería acordar de la cara de esa persona que había visto en el vidrio, me parecía demasiado conocida, hasta vecina. Después de unos minutos de pensar me di cuenta que era la misma cara de Alicia Charles, la que había fallecido.

Siguió pasando la noche, salí afuera a las 4 A.M. y los chicos ya no estaban ahí pero habían muchos patrulleros y policías afuera de la casa Charles, miré la ventana y habían por lo menos diez u once personas "atrapadas". Les pregunté a los que estaban afuera si veían a las personas en el vidrio, y todos me dijeron que no, según ellos no había nada, pero yo los veía.

Pregunté a un policía quienes habían entrado a la casa y cuando supe quienes fueron intenté hablar con ellos, pero cuando les decía la primer palabra caían al suelo de repente y después de un par de horas morían... Solo pasaba cuando yo hablaba...

Pasaron 3 años, problemas en la casa y cosas por el estilo me azotaban la cabeza. Necesitaba escapar de todo, y encontré salida, tenía que elegir un día, nada más.

Era devuelta 31 de octubre, nadie habitaba mas esa casa y ya habido pensado esto estaba listo, esa noche me iba a ver en el reflejo de la ventana. El reloj daba la 1 A.M., dos horas mas para asegurarme de hacerlo o arrepentirme. Pero tenía que hacerlo, iba a hacerlo. Ya estaba listo y el reloj dio las 3 A.M., abrí la puerta con firmeza, empecé a caminar y cuando llegué hasta el portón, ya con miedo, lo aparté y me encaminé por el medio de la calle otra vez, veía a los chicos tan contentos y yo al contrario, no me veía así. Llegué a la puerta de la casa y con 3 o 4 patadas la tiré al suelo, entré y sentí un escalofrío, quería salir pero cuando intenté no pude hacerlo, se cerró la puerta. Esta vez miré desde adentro de la casa por la ventana, las personas ya no estaban del lado de adentro de la casa, se habían ido, las había dejado escapar y yo quedé encerrado ahí dentro, sin poder hacer nada, tan solo contemplando lo que iba a ser la peor noche de Halloween en mi vida... Hasta el día de hoy.

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