Era tarde y yo estando solo en casa comencé a leer cartas
que me habían mandado, entre ellas, una que me llamaba la atención. Era
amarillenta, pinta de antigua, con un sello rojo que la cerraba. La aparté y
seguí leyendo las demás para dejar esta para el final, ya que podía ser
importante.
Eran las 2:47 A.M (Lo recuerdo porque miré el reloj, para
poder dormir algo), terminé de leer las otras cartas, me levanté de mi sofá y
fui al baño. En el baño estaba pensando, me parecía raro que siendo 31 de
Octubre, los niños chiquitos, esos que ven mucha televisión y creen que
Halloween es una festividad nuestra, no hayan venido a tocar la puerta a pedir
caramelos y esas cosas. Volví me senté y miré el reloj, esta vez este daba las
3:00 A.M.
Miré el revés de la carta y decía "Asunto: Feliz
Halloween.", intuí que la habían mandado hace un par de horas, ya que solo
habían pasado 3 horas desde que había comenzado ese día. Pero tocaron la
puerta.
-¡¿Qué quieren a esta hora?!-Ya soy un tipo viejo y
cansado, no me esperaba esa visita a esas horas de la noche.
-Queríamos
caramelos.-Me dijo uno de los niños temblando y tartamudeando del miedo que
causé en ellos.
-Perdón, chicos. Estoy un poco cansado, es todo,-Intenté
disculparme con alguna excusa- tomen sus caramelos.
-¡Gracias señor!-Los demás
reían y a la vez me sacaban una sonrisa.
Los vi cruzar la calle, cerré la puerta y me dirigí a la
carta otra vez. La abrí y comencé a leerla:
"Querido Sr. Charles:
Buenas noches, si es que es así. Me intento dirigir a
usted a causa del fallecimiento de su hermana menor, Alicia Charles. Fue
encontrada en una de su casa, con marcas de dedos en su cuello,
quemaduras en sus muñecas provocadas por sogas y cortes en su cara. Había una
nota con ella, escrita con sangre que decía "Feliz Halloween". La
revisión del cuerpo en la morgue ya fue hecha por su hermano mayor, el cual dijo vivir a dos cuadras del lugar.
*SIN FIRMA*"
Me parecía muy raro que sabiendo todo eso no haya firma
en la carta. De todas formas yo no era el señor Charles, ese era mi vecino.
Pero como la carta no tenía remitente la leí igual.
La estaba por prender fuego cuando se me ocurrió que tal vez mi
vecino no estaba enterado de esto, así que fui a darle la carta. Vivía a dos
casas de la mía, así que abrí la puerta de mi casa y vi a todos los chicos
corriendo por la calle, mal escenario para una mala noticia.
Toqué la puerta una vez y nadie atendía, toqué la segunda
vez y me alejé hasta la altura del portón, desde ahí miré la ventana y vi a una
persona del lado de adentro, me miraba fijo, me causaba escalofríos. Los chicos
estaban pasando por todas las casas y cuando tocaron esa puerta les grité
"¡Parece que no hay nadie!", en ese momento, la puerta... Se abrió, y
un par de chicos entraron a la casa. Estuvieron ahí unos segundos y salieron
diciendo "No hay nadie, se debió haber abierto con el viento". Se
alejaron de la casa y volví a mirar a la ventana, esta vez estaba esa persona
con dos chicos al lado, eran los mismos que habían entrado y salido de la casa.
Tuve miedo y volví a casa.
Los chicos seguían jugando afuera, eran las 3:08 A.M., yo
ya creía que me estaba volviendo loco...
Me senté en el sillón, me quería acordar de la cara de
esa persona que había visto en el vidrio, me parecía demasiado conocida, hasta
vecina. Después de unos minutos de pensar me di cuenta que era la misma cara de
Alicia Charles, la que había fallecido.
Siguió pasando la noche, salí afuera a las 4 A.M. y los
chicos ya no estaban ahí pero habían muchos patrulleros y policías afuera de la
casa Charles, miré la ventana y habían por lo menos diez u once personas "atrapadas". Les
pregunté a los que estaban afuera si veían a las personas en el vidrio, y todos
me dijeron que no, según ellos no había nada, pero yo los veía.
Pregunté a un
policía quienes habían entrado a la casa y cuando supe quienes fueron intenté
hablar con ellos, pero cuando les decía la primer palabra caían al suelo de
repente y después de un par de horas morían... Solo pasaba cuando yo hablaba...
Pasaron 3 años, problemas en la casa y cosas por el
estilo me azotaban la cabeza. Necesitaba escapar de todo, y encontré salida,
tenía que elegir un día, nada más.
Era devuelta 31 de octubre, nadie habitaba mas esa casa y
ya habido pensado esto estaba listo, esa noche me iba a ver en el reflejo de la
ventana. El reloj daba la 1 A.M., dos horas mas para asegurarme de hacerlo o
arrepentirme. Pero tenía que hacerlo, iba a hacerlo. Ya estaba listo y el reloj
dio las 3 A.M., abrí la puerta con firmeza, empecé a caminar y cuando llegué
hasta el portón, ya con miedo, lo aparté y me encaminé por el medio de la calle
otra vez, veía a los chicos tan contentos y yo al contrario, no me veía así.
Llegué a la puerta de la casa y con 3 o 4 patadas la tiré al suelo, entré y sentí un
escalofrío, quería salir pero cuando intenté no pude hacerlo, se cerró la
puerta. Esta vez miré desde adentro de la casa por la ventana, las personas ya no estaban del lado de adentro de la casa, se habían ido, las había dejado escapar y yo quedé encerrado ahí dentro, sin poder hacer nada, tan solo contemplando lo que iba a ser la peor noche de Halloween en mi vida... Hasta el día de hoy.
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