Me hipnotizo por aquella hermosa sonrisa,
que me logró sacar de delirios.
Que me tocó con su bella risa,
y me hizo salir de esos valles sombríos.
Su rostro en mi memoria,
funda la ciudad perfecta.
Su vida en mi corta historia,
es en su ruta la perfecta recta.
Su sonrisa hoy se aparece,
dentro de mi habitación.
Y mis ojos se estremecen
al saber que solo es la decoración.
La busqué en mis zapatos,
hasta dentro de mi placar.
No encontré mas que platos,
y uno que otro juego de azar.
Hoy la encontré,
encerrada en esta jaula.
Yo fuí, entré,
tratando de sacarla.
Cuando mi vida se convierte en martirios,
ella trata de sanarla.
Si su vida se convierte en suicidio,
yo trato de sacarla.
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