Caigo, lentamente caigo. Toda mi vida pasa delante de mis ojos... Desperté.
Sobresaltado por un sueño me levante de mi cama con ganas de llorar y desahogarme, no me llegaba el aire, un destello de luz pasaba delante de mis ojos, iba y volvía, iba y volvía repetidamente. Caí al suelo, pero al despertar era algo diferente, estaba todo nublado dentro de casa, afuera era como un cañón las calles ya no estaban, tan solo mi casa sobre un precipicio, como si fuese lo única vivo de la tierra.
A los minutos de pensar que habría pasado fui hacia mi habitación, miré por esa ventana y allí atrás había una selva, abrí la ventana, salí de la casa y fui a caminar por allí...
Pasé unas horas caminando, buscando civilización, pero lo único que encontré fue un edificio abandonado en el medio de la selva, entré y estaba lleno de árboles, lianas, animales...
Tenía algo de miedo, cuando llegué al piso de arriba había una puerta de un metro de altura aproximadamente, era verde con manchas de pintura negra, la pateé, estaba cerrada con llave, con el impacto se abrió y entré.
La habitación era rara era de una color azul tornasolado, con algo de verde y en la habitación había varios armarios cada uno con distintas cosas adentro, pero todos iguales. Opté por abrir el primero habían solo arboles. Abrí el segundo, solo veía un mar. Pero cuando abrí el tercero había un ciudad, era como si hubiese estado enfrente de una ventana de uno de los últimos pisos de un edificio. Sentí que alguien me empujó y comencé a caer, pasaban los segundos y estos se convirtieron en minutos, el piso cada vez estaba mas lejos de mi cuerpo.
Caigo, lentamente caigo. Toda mi vida pasa delante de mis ojos... Desperté.
Recostado en mi cama, todo sudado miré hacia arriba, mi techo estaba manchado, mi placar cerrado, la puerta rasguñada, ¿Qué había estado pasando?. Susurré "No tengas miedo, no tengas miedo, es solo otro sueño", y lo repetí una y otra vez hasta poder pararme.
Me acerqué a la puerta, la observé un momento, salí a dar una vuelta por la casa, para ver si todo estaba bien. Estaba todo perfecto, pero me estaba olvidando de algo... El placar. Lo abrí y era otra vez un edificio, me volvieron a empujar y caí.
Caigo, lentamente caigo. Toda mi vida pasa delante de mis ojos... Desperté.
Corrí al baño a lavarme la cara, había una persona me agarró y me arrojó por la ventana.
Caigo, lentamente caigo. Toda mi vida pasa delante de mis ojos... Desperté.
Y volví a caer. Una y otra, y otra... Y otra vez.
La ultima vez toqué el suelo, pero solo me paré y logré caminar. Era cuestión de perder el miedo y no rendirse.
Si caes, tan solo levántate.
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